Wednesday, September 06, 2006

 

En memoria de José Carrasco Tapia: En Chile tampoco hay justicia para los periodistas asesinados o desaparecidos

Una vez más se cumplió en este septiembre con el triste ritual de un homenaje a la memoria de los periodistas asesinados y desaparecidos personificados en José Carrasco Tapia, ultimado el 8 de septiembre de 1986, un día después del atentado fallido contra Augusto Pinochet.

Como todos los años, la convocatoria del Colegio de Periodistas fue atendida por un centenar de colegas, amigos, familiares y compañeros de trabajo de "Peppone" en un sencillo acto en el mismo lugar en que fue acribillado con 23 impactos de bala en venganza por la acción no lograda contra el dictador, hoy una estrecha vereda contigua al muro sur del Cementerio Parque del Recuerdo, al borde del intenso tráfico de la nueva autopista Av. Américo Vespucio Norte, en Huechuraba, Santiago.José Carrasco es el emblema de todas las víctimas del periodismo cuyos asesinos suelen llevar una vida normal y hasta parecen personas "respetables".

En los pocos casos acogidos por los tribunales, los victimarios están siendo favorecidos por la justicia, pero si llegan a ser condenados apenas reciben penas leves. Pero lo poco que hace el Poder Judicial lo deshace el Presidente, y así "las instituciones funcionan", como dice el jefe del Estado, con la puerta del indulto presidencial abierta y ahora, la amenaza de generalizar la indulgencia mediante una ley especial introducida en el Senado por la extrema derecha pinochetista, una iniciativa "valorada" por Ricardo Lagos, quien después enfrió su apoyo.

El periodista José Carrasco no tuvo nada que ver con el atentado fallido a Pinochet, pero fue asesinado en represalia junto a otros tres opositores a la dictadura que tampoco estuvieron involucrados en la acción –Abraham Muskablit, Felipe Rivera y Gastón Vidaurrázaga–, cuyo recuerdo se va sepultando lentamente en el olvido, en casi veinte años de impunidad fortalecida por el propósito encubierto –pero irrenunciable– de gran parte de la clase política de poner un "punto final" a todos los crímenes contra los derechos humanos acaecidos durante la dictadura (1973-1990) para "cerrar definitivamente las heridas" a más de tres décadas del golpe.

Todas estas cosas ocurren de preferencia en septiembre, "mes de la patria" en que ocurrieron todos los golpes de estado, en que antaño se realizaban las elecciones presidenciales y se conmemora toda suerte de efemérides, incluida la fiesta nacional del 18 y la parada militar del 19.Septiembre es el mes en que una gran parte de Chile recuerda a sus muertos y desaparecidos victimados por la dictadura, mientras centenares de autores victimarios circulan libremente por las calles.

Jorge Vargas Bories, el principal asesino de Carrasco, llegó a ser entrevistado –en 2003– como "padre ejemplar" de una concursante exitosa de la televisión pública, más influida por los partidos de dere
cha que por el Estado, merced a la voluntad suprema del Presidente Ricardo Lagos expresada cada vez que designa al directorio de TVN, "la televisión de todos los chilenos".

Los jueces que han estado a cargo del caso Carrasco saben desde hace años quiénes fueron sus asesinos, que son los mismos que intervinieron en "Operación Albania" y otros grandes crímenes masivos y emblemáticos. Pero nada ocurre, sólo pasa el tiempo...Y el tiempo transcurre a favor de los autores de los crímenes, vistan o no algún uniforme. Los juicios demoran tanto que los victimarios mueren... pero de viejos, como ocurrió en agosto con el general de ejército Carlos Forrestier Haensgen, el suegro del comandante en jefe que se fue al otro mundo cargando a sus espaldas por lo menos 23 muertes y desapariciones conocidas por los tribunales.

Y una vez fallecidos y despedidos con "dolor" en un funeral de honor, el aparato de propaganda del Ejército y las declaraciones de los próceres políticos presentan a estos personajes como "víctimas" ...de una mortificante justicia que lesionó sus "derechos humanos" con largos procesos judiciales donde no alcanzaron a probar su "inocencia" para pasar a la historia militar inmaculados –como "próceres"–, pero igual admirados por sus pares y la opinión pública que escucha los dichos de los barones de la política que aparecen en la televisión. Hace tiempo que este país vive el "revés", la otra dimensión de la realidad –contraria al anverso–, en un "reality show" interminable, con abundantes premios y donde los medios y los dichos públicos imponen la realidad virtual hasta desaparecer a la real.

Y se vende al mundo una imagen virtual de plena democracia y prosperidad bajo el slogan "todos somos chilenos"... Chile no es lo que parece ser, pero no importa...Procesos sin grandes avances En 17 años (1973-2000), la dictadura asesinó o hizo desaparecer a 23 periodistas, 9 estudiantes que estaban terminando la carrera, 20 fotógrafos, radiodifusores, documentalistas y trabajadores de muchos otros oficios ligados a la comunicación y a tareas afines, como los obreros gráficos, que suman en total más un centenar de secuestrados y desaparecidos o asesinados, sobre un total nacional de 2.905 víctimas documentadas oficialmente, por la Comisión Rettig y otras instancias.

Los periodistas y trabajadores afines suman 101, según el libro Morir es la Noticia, es decir, el 3,5% de un total nacional de 2.905 víctimas, donde hay 1.720 ejecutados (59,2%) y 1.185 desaparecidos (40,8%), de acuerdo a la Comisión Nacional de Reparación. En treinta años, se han dictado setencias en escasos 18 asesinatos, apenas el 1,05% de los 1.720 ejecutados, y sólo están en la cárcel los responsables de una sola desaparición, el 0,08% de 1.185 casos –la de Miguel Angel Sandoval Rodríguez–.

La causa de José Carrasco ha tenido por lo menos tres jueces en casi 20 años. El actual insructor del proceso, el ministro Hugo Dolmetsch, de la Corte de Apelaciones de Santiago, en agosto de 2004 aseguró al Colegio de Periodistas que dictaría sentencia a más tardar en octubre, pero ha transcurrido un año sin que haya novedades. Sin embargo, abundan las malas noticias en numerosas otras causas que atañen a periodistas o trabajadores de la comunicación que escasamente fueron reseñadas por la prensa, de acuerdo al Informe FASIC para el primer semestre 2005, preparado por la periodista Nancy Guzmán.

Fuente: Ernesto Carmona - Septiembre 2005 (especial para Argenpress.org)

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